La tendencia a evitar el plástico en el restaurante no debe considerarse una moda. Seguramente nunca lo fue, aunque haya quienes opinen que sí. Existen motivos profundos que imponen y expanden la idea de reducción del plástico en el planeta.
Realmente no se necesita integrar una organización de preservación del ambiente para entenderlo. Basta con interesarse en el tema de la salud de las personas y de la Tierra, para darse cuenta de que hay que trabajar con esa meta.
Salud del ambiente y salud humana: dos razones combinadas
La proliferación de plástico ocasiona un gigantesco problema para el medio ambiente. Son frecuentes las imágenes y las llamadas de atención acerca de lo que afecta a los animales terrestres y acuáticos. El deterioro ambiental es tal, que es verdaderamente urgente medidas paliativas.
Un dato interesante es que el 50 % de los plásticos son envases, y estos casi no se reciclan. La tasa de reciclaje de plástico en Europa es solo un 30%. ¿Y el 70% restante? A la tierra y al océano, contaminación y muerte. Es hora de que cada uno desde su lugar, asuma su responsabilidad y emprenda pequeñas acciones que sumen para la conservación de los recursos.
Incidencia directa en la salud
Además de estos motivos que afectan al mundo entero, hay una razón que no se menciona tanto. Sin embargo, tiene especial impacto en el restaurante: se trata del daño directo a la salud humana.
En la práctica hay muchos plásticos que contienen bisfenoles, sustancias químicas que se utilizan para endurecer el plástico. Entre otras afecciones, actúan como disruptores hormonales. Es lógico pensar que ‘nadie come plástico’, y eso es verdad. Pero también es cierto que no es necesario ingerir plástico para que esas sustancias tóxicas lleguen al organismo. Basta que los plásticos estén en contacto con los alimentos para que eso ocurra, o consumir algún animal que lo haya ingerido. Los tóxicos están ahí, no desaparecen.
¿Es posible evitar el plástico en el restaurante?
El restaurante es un escenario especialmente sensible a este problema. El plástico está por todas partes y parece complicado evitarlo. Seguramente una mirada atenta y minuciosa a la cocina, permitirá tomar conciencia de que el plástico reina en el lugar. En los refrigeradores y cámaras, en los estantes del almacén, en el mostrador donde se venden bebidas o alimentos para llevar, el plástico es omnipresente.
Se pueden instalar algunos hábitos y realizar algunas acciones que pongan al restaurante en el camino de evitar el plástico. No desaparecerá todo de una vez, eso es casi imposible, pero gradualmente su presencia disminuirá. Un gran aporte para el planeta, un gran logro para la salud de los clientes.
Sugerencias para evitar el plástico en el restaurante
¿Cómo empezar? Algunas acciones sencillas que no compliquen la vida serán el mejor comienzo. Cuando el problema del plástico se visualiza con convicción, poco a poco surgen nuevas ideas.
Veamos algunas medidas muy prácticas y fáciles de concretar:
-
Los sorbetes o pajitas
Si tienes costumbre de servir bebidas frías, cócteles, sorbetes, etc., con pajitas de plástico, hay un camino alternativo. Existen pajitas biodegradables, de maíz, de bambú y de otros materiales ecológicos. Una acción concreta y muy simple para iniciar el cambio.
-
Envases de comida para llevar
Este es otro buen punto para evitar el plástico en el restaurante. En lugar de los contenedores de plástico para comida, se puede elegir otros amigables con el ambiente, biodegradables y reciclables. Lo mismo ocurre con las bolsas.
-
Las botellas de agua y refrescos
Para evitar las botellas pequeñas con agua para el personal y empleados del restaurante, basta instalar un dispensador en el restaurante u ofrecerla en jarras. La mayor parte de las botellas no se reutilizan y terminan en la basura.
-
Las compras
En el apartado de ‘compras’ se puede ejercer presión para que los fabricantes reduzcan el uso de plásticos. Una buena estrategia es comprar productos que no incluyan ese material en el envase. Si los fabricantes y proveedores reducen las ventas, seguramente tomarán conciencia y cambiarán.
Las compras en los mercados son un buen camino para evitar el plástico. Quien las realice, llevará sus propios contenedores. Muchos productos se venden a granel en envases ecológicos, como los cereales, legumbres, semillas.
-
El almacenamiento
Para cubrir los alimentos que van al refrigerador, funciona muy bien el ‘papel de abeja’, o Bee’Wrap. Se trata de hojas reutilizables de algodón recubiertas de cera de abeja. Es reciclable y no contiene plástico, mantiene la humedad y preserva perfectamente los alimentos, se lava y se reutiliza.
-
Los platos preparados
Es bastante común en los restaurantes plastificar los menús o platos preparados. Quedan protegidos, no se manchan, se deterioran menos y duran más, es cierto. Pero si la idea es evitar el plástico, entonces hay que pensar en otras formas de presentar el menú. El papel reciclado es una excelente opción.
-
La reutilización
Una muy buena forma de contribuir a reducir el uso del plástico es reutilizarlo. Participar en una cadena de reciclaje es una linda manera de extender la vida útil del material y, por tanto, de evitar que se descarte temprano.
Evitar el plástico en el restaurante: una estrategia de marketing
La reducción del uso del plástico en el restaurante ofrece una buena oportunidad para el marketing. Nadie discute que hay que evitar este material siempre que sea posible. Por lo tanto, es buena estrategia difundir esa intencionalidad del local.
Si el restaurante se visualiza a sí mismo como un punto de reducción de plástico, se lo hará saber a los potenciales clientes. Generará publicaciones frecuentes e ilustrativas que muestren las acciones que se realizan para contribuir a la salud del planeta y de los clientes. Será un valor agregado importante que captará la atención.
El ser humano es un ser de hábitos, y los hábitos pueden cambiarse. Solo es cuestión de empezar a mostrar que una vida más saludable es posible, en el presente y en el futuro. El restaurante es un espacio especialmente apto para lograrlo.