El estado de alarma llegó a su fin, y España celebra esta noticia que abre las primeras puertas en la nueva normalidad hacia la reactivación. Nada volverá a ser como era antes, todos los saben. El paso a paso atento es esencial para que el equilibrio se mantenga y el coronavirus permanezca controlado. La nueva normalidad está acompañada de restricciones con las que se intenta mantener la conciencia de que el virus no ha desaparecido, y asegurar la actividad con reducción de riesgos. Y el aforo obedece a una de estas medidas restrictivas. ¿Cuál es el aforo permitido en tu restaurante? ¿Controlas esta cuestión?
Los protocolos para la reapertura de los restaurantes en la nueva normalidad incluyen como disposición fundamental el aforo. El punto de partida es la consideración de que el distanciamiento social es una medida básica para prevenir el coronavirus. Evitar las cercanías entre personas, asegurar distancias, reduce el riesgo de propagación del virus. Y para que este distanciamiento sea seguro, las normas establecen la capacidad máxima autorizada para cada local.
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Aforos en la nueva normalidad
El aforo no es igual en toda España. Cada comunidad autónoma tiene sus propias condiciones. Las mismas han sido establecidas de acuerdo con la situación actual del coronavirus y de cómo ha transcurrido la pandemia. Algunas comunidades han establecido aforos diferentes para terrazas e interior.
- El aforo en terrazas. Se ha marcado en un 33% (Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Melilla), un 50% (Aragón), 60% (País vasco) y 75% (Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, La Rioja) y un 80% en Madrid. Hay comunidades que no han anunciado sus aforos.
- Aforo en interiores. En general, en cada comunidad se mantiene el mismo aforo que para las terrazas, aunque se prevén algunos incrementos a partir de los primeros días de julio. La idea es que las personas mantengan distancia de, por lo menos, un metro y medio.
En las medidas que establecen los protocolos, se determina específicamente que no se autorizan las discotecas pistas de baile, entre otras cosas porque las características de estos establecimientos no propician el imprescindible distanciamiento. Esta restricción perjudica a algunos locales, bares y centros nocturnos de ocio. Con creatividad los empresarios logran adaptarse a esta nueva normalidad, ofreciendo música en vivo o espectáculos en lugar de baile.
Las barras también se habilitaron a partir del cese del estado de alarma. La condición es mantener el metro y medio de distancia entre clientes o grupos de clientes.
Más allá de las diferencias en los números, los restaurantes viven una importante reducción de su capacidad locativa, y, por tanto, de sus posibilidades de rentabilidad. Pero a pesar de estas limitaciones, la reapertura es en sí misma una luz de esperanza frente a la oscuridad que ocasionó la pandemia en este sector comercial.
La nueva normalidad en Madrid
No solo España comienza a despertar del sopor de la pandemia, el mundo entero empieza a andar. Las fronteras se abren paulatinamente y la circulación internacional se activa. Madrid, centro de visitas de España, de la Unión Europea y del mundo, se lanza con ansias hacia esta nueva normalidad.
La comunidad de Madrid ha emitido un boletín oficial en el que oficializa la orden 668/2020 del 19 de junio dispuesta por la Consejería de Sanidad. En la misma es especifican las medidas de protección y de prevención. Asimismo se establece que serán objeto de seguimiento y evaluación continua a través de una Comisión Interdepartamental sobre el coronavirus de la Comunidad de Madrid.
Integran esta orden normas que se refieren a todos los ámbitos en los que participa el público. Algunas de ellas son medidas de higiene y de distanciamiento de personal para todos los locales. Comprende también restricciones especiales para los locales de culto, para ceremonias nupciales religiosas o civiles y entierros, y medidas de aforo y organización de instalaciones abiertas al público.
El control de aforo en Madrid
Una disposición interesante de la orden es la obligación de que cada establecimiento exponga al público el aforo máximo. Pero además de ofrecer la información, los establecimientos deben asegurar que el mismo se cumpla. El objetivo es que el aforo permitido no sea superado en ningún momento.
También se establecen especificaciones que regulan la organización del espacio. Se deberá mantener la distancia de seguridad interpersonal. Se establecerán itinerarios para la circulación de clientes y empleados para evitar aglomeraciones en determinados espacios. Esto será exigido tanto para el interior como para terrazas y patios.
El control de accesos desde los aparcamientos se dispone como forma de controlar el cumplimiento del aforo, de modo que se pueda prevenir la saturación y el incumplimiento de la norma.
¿Cómo controlar el aforo en el restaurante?
La disposición de mesas y sillas es, ya, una forma de control. La supervisión de la ocupación es el mejor indicador del estado de situación. Pero no es para nada agradable ni positivo que los clientes lleguen y se encuentren que no tienen lugar. Para evitar estos inconvenientes, muchos restaurantes han establecido la reserva online en tiempo real. De este modo, cualquier cliente podrá ver desde su celular si hay lugar en el restaurante de su preferencia.
Es fundamental la comunicación permanente con los posibles clientes eventuales y mantenerlos informados de esta disponibilidad. La presencia en redes sociales, las aplicaciones digitales y hasta carteles indicadores en la puerta, contribuirán a evitar que los clientes se sientan defraudados.
El vaivén de la pandemia
Las autoridades están expectantes y evalúan el día a día de los contagios en esta recién estrenada nueva normalidad. Las comarcas oscenses del Bajo Cinca, Cinca Medio y La Litera han tenido que dar marcha atrás. Un brote nuevo en una explotación hortofrutícola obligó a extrema nuevamente las medidas.
Se han suspendido temporalmente las actividades de la compañía y se sigue de cerca la evolución del brote. Por otra parte, se han establecido otras medidas especiales que implican el retorno a la fase 2 de la desescalada. La nueva normalidad queda suspendida en estos territorios, lo que implica recomendaciones precisas sobre los desplazamientos y la circulación. La detección temprana del foco y las medidas inmediatas, hacen pensar que el brote se mantendrá controlado.
Es de esperar que esta nueva normalidad sea, en realidad, transitoria. Pero mientras exista, hay que asegurar la reducción de los riesgos.