Los termómetros de cocina tienen muchas ventajas culinarias, siendo la más importante la de poder medir la temperatura de los alimentos de forma precisa y rápida. Al procurar un buen control de la temperatura, los alimentos conservan todos sus nutrientes y quedan en su punto, lo que resulta fundamental para mantener a raya las intoxicaciones alimentarias.

En la práctica, no todos los termómetros de cocina se utilizan para lo mismo, ya que una cosa es controlar el punto de un asado de carne y otra muy distinta medir la potencia del horno. En este sentido, cabe preguntarse ¿cuál es mejor comprar?, ¿cómo elegir?

Aspectos a tener en cuenta al momento de elegir un termómetro de cocina

Los termómetros de cocina pueden no ser indispensables para cierto tipo de preparaciones, pero lo cierto es que son muy útiles para aumentar la eficiencia de la cocina, ya que, al no tener que cocinar los alimentos por más tiempo del necesario, se ahorra tiempo y dinero.

De hecho, son muchas las elaboraciones que dependen de una temperatura en concreto para tener un buen resultado o adquirir cierta textura, como es el caso de las carnes que tienen mucho colágeno. Otra de las elaboraciones que se benefician del uso de un termómetro son las masas de panadería y la repostería en general.

Estos son los aspectos que se deben tener en cuenta al momento de elegir un termómetro de cocina:

1. Para qué se usará

Antes de comprar un termómetro de cocina es importante tener claro cuál es el uso que se le dará. Si, por ejemplo, se quiere evitar fallos en la repostería, conviene comprar uno que permita controlar la temperatura del horno.

Si, por el contrario, se quiere dominar asados y barbacoas, un termómetro de carnes es la mejor elección, sobre todo porque también sirve para dar con el punto del aceite en las frituras.

Termómetro

2. El tipo de termómetro y la tecnología: ¿digital o analógico?

En la actualidad, los termómetros de cocina son cada vez más precisos y versátiles. Los hay analógicos y digitales y su elección dependerá de las preferencias personales de cada quien. Lo verdaderamente importante, en todo caso, es saber distinguir entre los termómetros que están diseñados para medir la temperatura en un momento concreto y los que se introducen en el alimento durante la cocción.

Termómetro con pincho y dial analógico

Los termómetros de cocina más utilizados son aquellos están formados en una única pieza por un dial analógico y un pincho. Por lo general, emplean un rango de temperaturas en grados celsius y Fahrenheit, en el cual se especifica el punto de la carne y otros productos en específico.

A pesar de que es un modelo antiguo, este sistema funciona muy bien cuando el aparato es de buena calidad.

Termómetro digital de pincho o sonda

Los termómetros de sonda son dispositivos rápidos, precisos y fáciles de usar. La sonda se introduce en el centro del alimento y la temperatura queda reflejada en la pantalla digital de la unidad central del aparato. Muchos de estos termómetros, ofrecen mediciones precisas para cada tipo de alimento, sea sólido o líquido, lo cual resulta muy útil a la hora de preparar carnes o platos de repostería.

Con frecuencia, se utilizan para medir la temperatura de los alimentos en momentos puntuales de la cocción, pero también para saber en todo momento la temperatura del cocinado.

De hecho, existen modelos inteligentes que avisan por medio de alarmas, cuando hay que dar la vuelta al alimento o cuando se ha alcanzado una temperatura determinada. Estos son idóneos para cocciones complejas o para cuando se buscan resultados muy precisos. Por lo general, su uso es más profesional.

Algunos modelos más modernos se conectan de forma remota, mientras que otros constan de un pincho conectado al cuerpo alargado, con una pequeña pantalla, que son mucho más versátiles.

Termómetros de infrarrojos

Estos termómetros no requieren contacto directo con el alimento, ya que utilizan tecnología infrarroja para medir la temperatura a distancia. Son ideales para superficies calientes, como parrillas o sartenes, y también son útiles para verificar la temperatura de líquidos sin tener que sumergir el termómetro.

Termómetros de horno analógicos

Los termómetros de horno analógicos se utilizan para medir la temperatura dentro de un horno. Este tipo de termómetros conservan una tipología muy básica analógica con un gancho y una base para colocar dentro del aparato. Por lo general, están fabricados en acero inoxidable y disponen de una escala graduada que indica la temperatura.

A pesar de ser menos precisos que los digitales, suelen ser muy útiles para obtener una lectura exacta de la temperatura del horno en todo momento. Por esta razón, son la elección perfecta cuando se desea hornear alimentos que requieren de una temperatura específica para poder cocinarse, como asados y todo tipo de panes.

Termómetros de columna de líquido y de lámina bimetálica

Los termómetros de columna de líquido (sea de mercurio u otro) que suelen emplearse para el área de la repostería y la nevera, tienden a ser muy frágiles y poco precisos. Aparte de eso, los que son de mercurio fueron prohibidos por la Unión Europea.

3. Rango de temperaturas

La versatilidad de un termómetro de cocina varía en función de su rango de temperatura. Los chefs profesionales aconsejan optar por aquellos que alcancen unos 250-300 °C o más, en especial si se usará para cocinar carnes grandes en barbacoa o para usar hornos de piedra.

La temperatura mínima por debajo de 0 °C es otro punto que conviene revisar para poder controlar el congelador o elaboraciones heladas.

4. Funciones y accesorios extra

Hay muchos modelos modernos que incorporan un imán para poder tenerlos siempre a mano. Otros cuentan con diferentes sondas que se quita y ponen, mientras que otros cuentan con una base a modo se soporte o gancho.

En cuanto a las funciones, existen termómetros de carne o sous vide que permiten programar el tiempo y fijar una temperatura en específico con alarma de aviso. Otros cuentan con conectividad para manejarlos desde el smartphone, lo cual resulta muy útil en las cocciones largas.

5. Facilidad de uso

Opta por un termómetro que sea fácil de usar y de leer. Busca un modelo con una pantalla clara y botones intuitivos que te permitan realizar las mediciones de manera rápida y sencilla.

Durabilidad:

Elige un termómetro de cocina que esté construido con materiales duraderos y resistentes al calor. Esto garantizará que el termómetro dure mucho tiempo y pueda soportar el uso constante en la cocina.

¡Con un buen termómetro de cocina, estarás un paso más cerca de convertirte en un gran chef de restaurantes!

Comparte