El visitante de Tickets, se encuentra con un ambiente informal, festivo y siempre lleno de gente.
Ya han pasado algunos años desde que Albert Adriá, junto con su hermano Ferrán y otros socios, inaugurara este restaurante. Uno de sus atractivos principales es el de las tapas, que ofrecen una experiencia gastronómica de primer nivel.
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De tapas por Tickets
Las tapas de Tickets se pueden tomar de la misma forma que se hace en las mejores cervecerías. Es decir, sin grandes protocolos ni etiquetas, en las mesas o en la misma barra.
Este concepto de combinar conceptos tan aparentemente diferentes, no abunda en los mejores restaurantes de España, ni en todo el mundo. La idea es fusionarlo todo, desde el refinamiento y las exigencias de un restaurante que aspira a las tres estrellas Michelin, hasta un servicio rápido de tapas, en un ambiente informal, con la rapidez en los pedidos de un fast food.
¿Cómo se consigue ofrecer estos pequeños bocados elegidos por los clientes en poco tiempo y dentro del marco de un restaurante de alta cocina? Sin duda con un elevado concepto de la organización y la implicación del equipo dirigido por Albert Adriá. En cada turno se atiende a más de cien personas.
Ejemplos de las tapas
Los precios de las tapas están entre los 4 y los 10 euros, y recuerdan aquella cocina que sorprendió al mundo entero en el Bulli.
Dentro de la deliciosa oferta de tapas, está un sorprendente nigiri de berenjena a la llama, un bocado de rulo de anguila ahumada con “fuagrás”, una tapa de crema de coliflor con caviar, el refinado enrejado de aguacate con buey de mar, el polo de almendras tiernas, la mini baguette con lascas de rubia gallega, y muchas más ideas exquisitas.
El restaurante Tickets
Tickets está ubicado en el centro de Barcelona, y el precio medio por persona está entre 100 y 120 euros.
Su menú degustación ofrece a los comensales una experiencia incomparable, diferente. Su interior tiene mucha iluminación y en seguida se puede observar un ritmo vivo, un poco alocado, e incluso divertido.
La fiesta delicatesen del menú degustación comienza con aperitivos y tapas. La mesa se llena de platos en miniatura. A destacar un riquísimo mimético de calamar frito (mimético es similar a un trampantojo, platos que “engañan” visualmente al comensal, y son una cosa diferente de lo que parecen), la tempura de cacahuetes heredada del Bulli, el mimético de cacahuetes y la pizza del Tickets.
De obligada mención es el bocado llamado “viaje nórdico”, que consiste en una tapa en forma de tostada que integra la ternera ahumada, eneldo y otras especias y polvo de vinagre.
Las famosas olivas, un efecto sorprendente en el paladar
Quien ha comido en Tickets recuerda con especial gusto las deliciosas olivas verdes esferificadas. Estas delicadas esferas, con sabor a aceituna licuada, proceden de dos clases de aceitunas. Por un lado, la aceituna gordal andaluza, con un sabor sutil, no demasiado fuerte, y por otro la oliva o aceituna verdial, esa que todos hemos probado chafada con pimientos, ajos, etc. Una esfera de aceituna se elabora con el jugo de 6 aceitunas.
Ensaladas, mariscos
La ensalada de tartar de cereza y atún es imaginativa, sugerente, con mucho frescor. Ideal para preparar el paladar para los platos fuertes del menú. También sorprende la ensalada de naranja “Lola”, que presenta gajos de naranja especiados al más puro estilo marroquí.
Los mariscos que podemos encontrar en Tickets tienen la mejor calidad. Almejas al estilo chileno, navajas con escabeche de pollo, chanquete con huevo, sin olvidar la ostra bloodiy o la gamba roja marinada a la sal helada. Todo un repertorio de sabores.
Platos de carne y pescado con fundamento
Una vez que entramos en la parte más potente del menú degustación, es un gusto disfrutar de la bellota de pistachos iraníes con arroz crujiente, la ventresca de atún en grasa de jamón con cereza, la anguila al carbón con “fuagrás”, la vaca vieja de Burgos al Josper, un riquísimo pulpo crujiente con mahonesa de kimchi, entre otras delicias.
El momento de los postres
En la parte dulce suele ocurrir que se invite a los clientes a pasar a otra sala, para un flujo más rápido de servicio de postres. En cuanto a las propuestas dulces, no hay que olvidar que Albert Adriá tuvo a su cargo la pastelería del Bulli durante muchos años.
Si el festival de sabores y matices de la cocina salada ha sido sorprendente, de nuevo hay que prepararse para una nueva experiencia, dulce esta vez. No hay que dejar de probar un perfecto Pancake helado relleno de espuma de fresas, el coco verde con sorbete de lima, su cheese cake, un cupcake de tiramisú que es todo un espectáculo, con todo comestible incluyendo el envoltorio, un exquisito pastel tibio de turrón de jijona con helado de frambuesa, un huevo “Kinder bueno” con toffee salado y una mezcla de chocolates, y mucho más.
Fuentes imágenes: The Drinks Business / area.cat