La automatización de la mayoría de los procesos laborales marcha a pasos agigantados. Se prevé que un futuro, algunas áreas puntuales como la salud o la hostelería estarán atendidas solo por Inteligencia Artificial. Lo que no implica necesariamente que solo habrá robots en los restaurantes.

En China ya la robótica participa activamente en el día a día de gran parte de la población. En el resto del globo terráqueo se sigue hablando del tema como lo que deparan los tiempos por venir; una perspectiva que gracias a las visiones sacadas de la literatura de ciencia ficción, pero que por lo que ha mostrado Hollywood, se vuelve apocalíptica. Con la IA, el fin del mundo parece que ahora sí está al doblar la esquina.

Figuras de la talla de Bill Gates y Stephen Hawking, han venido afirmando que las máquinas terminarán por dominarnos, remplazarnos y por último, aniquilarnos. Lo que no ha hecho sino completar el pronóstico nefasto que se cierne sobre la humanidad.

La automatización del mundo real

robots

Antes de entrar a discutir sobre lo que pudiese pasar, conviene más centrarse en lo que está pasando. También en el por qué. Los avances de la robótica buscan, entre otras cosas, optimizar muchos procesos, reducir costes y tiempos.

De manera puntual, lo que se persigue con la instalación de los robots en los restaurantes es, por una parte, mejorar la experiencia de los clientes. Por la otra, aumentar los limitados márgenes de ganancias que dejan la mayoría de estos locales. Es un factor condicionado casi en su totalidad por la carga que supone el pago de honorarios a los profesionales en el sector.

Pero mientras gerentes y dueños valoran las ventajas que la automatización trae consigo, el temor de la población trabajadora no hace más que crecer. ¿En un futuro no habrá humanos en los restaurantes? Si la respuesta a esta interrogante es afirmativa, ¿de qué vivirán chef, ayudantes de cocina, camareros, personal de limpieza y otros trabajadores?

Robots Vs Humanos. Eficiencia Vs Experiencia 

Que dentro de poco tiempo un vuelo trasatlántico de Madrid a Nueva York se realice a bordo de un avión sin piloto ya no parece sorprender a nadie. Lo mismo que coches que se conducen sin ninguna intervención humana, más que para encenderlo. Sin embargo, ¿funcionará de la misma forma esta automatización dentro de un restaurante?

Si bien estos son locales cuya oferta se centra principalmente en el menú, los clientes frecuentes, así como los eventuales, suelen ir en busca de una experiencia integral, que va mucho más allá de buena comida.

De hecho, al momento de recomendar o no un establecimiento, la calidad de los platos, en cuanto a su sabor, es solo uno de los elementos a considerar. La presentación y la temperatura con la que son llevados a la mesa también cuenta. Lo mismo que la rapidez con la que son servidos.

Pero nada de esto sumará a favor si el restaurante no ofrece un buen servicio. Un factor que abarca desde pulcritud en las instalaciones, nivel de ruido y servicios extras (como parque para niños). La calidez humana es otro detalle muy bien evaluado. Ser recibido por un grupo de personas que solo tienen una misión: atender de forma excelsa a los clientes. 

Robots en restaurante

¿Calidez robótica?

Con solo robots en los restaurantes, ¿qué pasará con la calidez humana? Muchos desarrolladores insisten en que estas máquinas podrán representar emociones humanas, como la empatía. ¿Será esto suficiente para prescindir de los camareros de carne y hueso?

Eliminar el margen de error es otra de las bondades de la robótica. Con la sustitución de todo el personal que trabaja dentro de la cocina, algunos casos de comidas doblemente condimentas o platos rotos quedarán en el pasado.

Ya hay dispositivos que son capaces de emular el punto de sabor de los chefs más reconocidos. Con estos equipos, para un comensal sería imposible determinar si su comida fue preparada por una persona o por un cocinero androide.

Pero con la eliminación de los fallos humanos, ¿la espontaneidad y la sorpresa desaparecerán del menú? Este tipo de temores ¿tienen algún fundamento? ¿O no son más que simple paranoia?

Ya hay robots en los restaurantes

 El futuro ya está aquí y los robots ya están instalados en muchos restaurantes, aunque la masificación todavía está lejana. Algunas malas experiencias, con casos de máquinas “despedidas” por inoperantes, han dado esperanza a quienes esperan que el día en que los humanos salgan definitivamente de la cocina nunca llegue. Pero para bien o para mal, ese momento está cada vez más cerca.

En China, en donde los supermercados automatizados ya es un asunto cotidiano, la IA promete, en menos de dos años, instalarse por completo en una cadena de restaurantes. Todos los procesos serán robotizados, con solo una excepción. Serán humanos los que provean al local de envases de comida para llevar y utensilios de usar y tirar. Para ordenar, los clientes utilizarán sus dispositivos móviles y ordenadores.

Al mismo tiempo, franquicias como Domino’s Pïzza ya tiene repartidores robots. Mientras que otras como McDonalds o KFC disponen de kioscos virtuales. Pantallas táctiles desde los que los usuarios ordenan sin tener que hacer las siempre odiadas colas.

Incluso, ya algunos de estos gadgets tienen instalados identificadores faciales que recuerda a quienes ya visitaron el local. Además de ofrecer sugerencias de acuerdo a la interpretación que haga de los rasgos, la edad o la hora del día.

robots y humanos

¿Comida más barata?

Los robots en los restaurantes pueden implicar ventajas económicas no solo a los dueños de estos locales. También a sus clientes. Para ilustrar esta teoría hay que viajar hasta Estados Unidos.

Ya se ha abierto en San Francisco un local de comida rápida que solo vende hamburguesas preparadas de forma completamente automatizada. Los clientes pueden optar entre 40 opciones pre establecidas en el menú. (Donde se incluye hasta el término de cocción de la carne). También pueden personalizar sus pedidos como quieran. En menos de cinco minutos podrán disfrutar de una comida en la que ningún humano intervino en su elaboración.

Pero más allá de la rapidez y del sabor de los productos, lo que más sorprende es el ahorro que supone comer en este local. Mientras en los establecimientos tradicionales un plato con las mismas características tiene un coste de entre 12 y 18 Euros, aquí se venden por solo cinco.

¿El fin de la fuerza laboral? 

Este no es un debate nuevo. A cada gran paso que a nivel tecnológico da la humanidad, los temores de que los seres humanos dejarán de ser imprescindibles para la producción de bienes y servicios también aumentan.

Es cierto que con la robótica la perspectiva parece ser más dramática que en anteriores oportunidades. Se estima que, en las próximas dos décadas, la mitad de los trabajadores de carne y hueso perderá su actual empleo a manos de una máquina. Principalmente aquellos que cumplen tareas repetitivas. Como cocinar.

Pero esto no tiene que ser necesariamente malo. Los más optimistas insisten en que esto debe ser otra oportunidad de la humanidad para evolucionar. Las tareas más tediosas ya no tendrán que ser realizadas por hombres y mujeres. Los humanos tendremos, en teoría, la oportunidad (y el deber) de adaptar todas sus potencialidades en actividades “más elevadas”, intelectualmente hablando. ¿Otra utopía o será realmente posible? Solo el tiempo lo dirá.

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