El momento de las compras de maquinaria y mobiliario es esencial para el restaurante. Del equipamiento depende en gran parte la esencia del negocio, esa experiencia que se quiere ofrecer a los clientes y que es resultado de múltiples condiciones.
Los muebles, los dispositivos para la iluminación, los adornos, definen la identidad, la imagen de la marca. Marcan el concepto con el cual el restaurante fue creado. Y este concepto está inspirado y destinado a ese target de clientes a los que se pretende atraer.
Por su parte, la maquinaria para la cocina contribuirá a la eficiencia de esa área del negocio y hará posible la propuesta gastronómica y el servicio que se planearon para el restaurante, otra columna que sostiene la identidad.
Es claro que equipar el restaurante requiere planificación y creatividad. Implica una gran inversión que debe ser rentable. Esta rentabilidad tiene que ver con la incidencia de esos muebles y esas máquinas en la afluencia de clientes y en su satisfacción.
El éxito de un restaurante depende de las ventas, y estas se logran si recibe clientes. Los clientes llegarán si se les brinda buen servicio, si están cómodos, si la propuesta es buena. Y en todo esto el equipamiento tiene mucho que ver.
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Cómo evitar errores al comprar mobiliario y maquinaria para el restaurante
El mercado de mobiliario y maquinaria para el restaurante es tan diverso como voraz. A través del marketing, los fabricantes y vendedores intentan convencer a los restauradores de que sus productos son los mejores, los que más le convienen. Y si el comprador no está prevenido y mantiene su cabeza fría, puede cometer errores, que probablemente conduzcan a pérdidas en algún eslabón de la cadena de la producción o del servicio. Serán pérdidas en la rentabilidad.
A continuación, vemos algunas sugerencias para evitar errores en las compras de mobiliario y maquinarias:
El concepto del restaurante
La idea general del restaurante es la base de la elección del tipo y estilo de muebles y de las herramientas de la cocina. Esa idea encierra el formato, el tipo de servicio que se ofrecerá, la propuesta gastronómica. Todos estos factores marcan un tipo de cliente esperado.
El diseño y la ergonomía del mobiliario tiene que estar de acuerdo con ese concepto que el restaurador ha definido para su local. Hay mobiliario de muy diversos estilos para componer los ambientes imaginados en los que los clientes estarán cómodos y a gusto.
Este concepto del restaurante que fundamenta la identidad debe ser el hilo conductor de todas las compras de mobiliario y de ornamentación. También incidirá en las compras en la maquinaria, porque el tipo de comida requerirá de aparatos y herramientas específicos.
Se hace necesario resistir la tentación de comprar muebles visualmente muy atractivos y quizás baratos pero que no se adecuan a la identidad del restaurante. Un concepto ambiguo marcado por el equipamiento puede confundir a los clientes y obstaculizar su identificación con la filosofía del restaurante.
Definir los espacios
Mobiliario y equipamiento de cocina deben elegirse en función de los espacios disponibles y de las instalaciones del local. No se debe cometer el error de pensar «Después veo donde lo pongo», porque la compra puede resultar un gasto inútil y un fracaso.
Preparar un croquis de las áreas del restaurante con medidas de espacios disponibles es una base para toda compra. En la cocina, además de las medidas, se debe tener en cuenta las conexiones eléctricas, de gas, de agua, porque son espacios específicos para determinadas máquinas.
En el comedor, es conveniente estimar zonas de mesas para dos y de otras con más capacidad. Asimismo, de acuerdo a los espacios, hay que evaluar el formato de las mesas, si serán redondas, cuadradas o será conveniente algunas de cada forma.
Si todas las mesas son demasiado amplias y las sillas están muy separadas se restará intimidad y conexión al espacio. Cuando los muebles están demasiado amontonados, los clientes pueden sentirse encerrados y con falta de espacio.
Tener siempre presente el espacio evitará muchos errores en las compras, especialmente el de saturar los espacios y entorpecer el tránsito fluido del personal y de los clientes.
Las necesidades del restaurante
Un error frecuente es no considerar las necesidades específicas del restaurante. Cada restaurante tiene necesidades específicas en cuanto a mobiliario y maquinaria. Depende del tipo de comida que sirve, del número de clientes que se atienden, del estilo del servicio.
Son parte del equipamiento los pequeños muebles y herramientas auxiliares que serán necesarios para determinados estilos de restaurantes pero que no se requerirán en otros. Es un aspecto que debe tenerse muy presente a la hora de planear las compras.
Maquinaria profesional
En el equipamiento para la cocina es posible optar entre las máquinas de uso estándar o familiar y las diseñadas específicamente para restauración. Los precios difieren, y el restaurador podría pensar que le servirá igual una familiar que la profesional.
Este es un grave error. Las maquinarias de uso familiar usadas en restaurantes perjudicarán el servicio y, además, tendrán muy escasa duración. Por ejemplo, un microondas estándar puede llegar a recalentarse por un nivel alto de exigencia y provocar un caos total en la cocina y en la instalación eléctrica.
Hornos, fuegos, sistemas de frío, parrillas, picadoras y, en general, todas las máquinas y herramientas de uso en la cocina tienen que ser de diseño profesional.
Cuando se piensa en la economía en los costes hay que calcular el largo plazo. Y, no existe ninguna duda de que, pensando en el tiempo de durabilidad, comprar máquinas y herramientas estándares no profesionales resulta antieconómico para el restaurante.
Investigar, escuchar opiniones, visitar proveedores
La planificación de las compras del equipamiento lleva tiempo y exige dedicación y trabajo. No es bueno escuchar solo a un proveedor y quedarse con lo que ofrece. A veces, para ahorrar tiempo, el restaurador se entrega a las decisiones y consejos de los vendedores, y estos, lo que quieren es vender.
Es preciso investigar propuestas de diferentes fabricantes y proveedores, comparar precios y atención postventa. Trabajar con listas comparativas evitará errores y gastos innecesarios.
Una compra pensada y planificada evitará errores y garantizará que la inversión en equipamiento realmente sea rentable.