El estilo conocido como decoración nórdica encuentra sus raíces en los países del norte de Europa, como Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Estas naciones han sido los pioneros en esta tendencia decorativa, la cual ha trascendido fronteras y se ha convertido en una destacada corriente en el mundo del diseño de interiores.
Hay que mencionar que su esencia se basa en el minimalismo, enfocándose en la funcionalidad, la belleza, la simplicidad y la naturalidad. Estas características lo convierten en un estilo idóneo para adornar espacios públicos y proyectos de contrato.
¿Qué se conoce cómo decoración nórdica?
Para comprender cómo lograr el estilo nórdico en un restaurante, es fundamental tener claridad sobre qué implica la decoración nórdica. Tal como hemos mencionado anteriormente, este enfoque de diseño se caracteriza por buscar un equilibrio entre funcionalidad, comodidad y luminosidad, creando así ambientes optimistas que fomentan el bienestar de las personas.
Si deseas incorporar este estilo, existen aspectos fundamentales que debes cuidar, ya que desempeñan un papel clave en este estilo:
Líneas simples y limpias
El mobiliario nórdico para hostelería se distingue por su diseño basado en líneas simples y limpias. Se caracteriza por formas geométricas rectas y una ausencia de ornamentos o detalles excesivos. Esta estética minimalista crea un ambiente ordenado y funcional en los espacios de hostelería. Los muebles presentan una apariencia elegante y sofisticada, sin sobrecargar visualmente el entorno.
Materiales naturales
Para hostelería se elabora principalmente con materiales naturales, destacando la madera clara como el abedul, el pino o el roble. Estas opciones de madera aportan calidez, durabilidad y un aspecto orgánico a los muebles.
Además de la madera, también se emplean otros materiales como el metal, el vidrio y el plástico, siempre manteniendo una estética minimalista y coherente con la naturaleza del diseño escandinavo.
Colores claros y neutros
Los colores predominantes son el blanco, el gris claro y tonos tierra suaves. Estas tonalidades aportan una sensación de serenidad y calma, al tiempo que permiten la combinación armoniosa con otros elementos decorativos.
El objetivo es lograr una atmósfera tranquila y relajante para los huéspedes o comensales. Por supuesto, no hay que rayar en los sombrío o confundirlo con lo gótico, ya que se puede dar otra impresión.
Funcionalidad y versatilidad
Los diseñadores buscan maximizar el uso del espacio y ofrecer soluciones prácticas que se adapten a diversas necesidades. Por ejemplo, es común encontrar mesas extensibles que pueden ajustarse según el número de comensales, sillas apilables para ahorrar espacio cuando no están en uso y sistemas modulares que permiten una configuración flexible.
Estas características aseguran que no solo sea estéticamente agradable, sino también altamente funcional. De lo contrario podría llegar a ser no muy agradable a la vista y a la larga los comensales se aburrirán, algo que se desea evitar.
Confort y ergonomía
A pesar de su diseño minimalista, el mobiliario nórdico para hostelería no sacrifica la comodidad. Los fabricantes y diseñadores prestan especial atención a la ergonomía de las sillas, sofás y camas. Se utilizan acolchados de alta calidad y se adoptan formas ergonómicas que brindan apoyo y comodidad adecuados.
El objetivo es que los huéspedes o clientes puedan disfrutar de una experiencia confortable durante su estancia o mientras se deleitan con una comida o bebida en el establecimiento.
Detalles sutiles
Aunque se evitan los ornamentos excesivos, puede incorporar detalles sutiles que aportan personalidad y carácter al diseño. Estos detalles pueden incluir patas inclinadas que añaden un toque visualmente interesante, bordes redondeados que suavizan la apariencia de los muebles o pequeñas incrustaciones que resaltan la artesanía y la atención al detalle.
Iluminación
Se busca crear espacios luminosos y acogedores, aprovechando al máximo la luz natural disponible. Para lograrlo, se utilizan cortinas y persianas que permiten el paso de la luz suavizada, evitando la saturación o el deslumbramiento. Además de la luz natural, se emplean cuidadosamente sistemas de iluminación artificial.
Las lámparas y luminarias seleccionadas suelen tener un diseño minimalista, con formas simples y líneas limpias que se integran armoniosamente con el mobiliario circundante. Las fuentes de luz suelen ser cálidas y suaves, creando una atmósfera acogedora y relajante.
El mobiliario nórdico para hostelería también considera la iluminación enfocada en áreas específicas, como mesas, mostradores o zonas de lectura. Se utilizan lámparas de mesa, lámparas de pie o apliques de pared estratégicamente ubicados para ofrecer una iluminación funcional y estéticamente agradable.
¿Qué no se debe hacer?
Cuando se trata del mobiliario nórdico para hostelería, existen algunas prácticas que se deben evitar para mantener la autenticidad y la esencia del estilo escandinavo. Para entenderlo mejor, aquí se dan algunos detalles:
Evitar la sobrecarga
El mobiliario nórdico se caracteriza por su diseño minimalista y líneas limpias. Por lo tanto, se debe evitar la incorporación excesiva de adornos o detalles ornamentales que contradigan esta estética. Mantener la simplicidad y la elegancia es fundamental.
No utilizar colores llamativos y estridentes
Hay que procurar que no hacer uso de tonos brillantes y llamativos que rompan con la armonía y la serenidad que se busca transmitir en los espacios. Los colores suaves y naturales son los más adecuados para mantener la esencia escandinava.
No comprometer la funcionalidad
El diseño nórdico se enfoca en la funcionalidad y la versatilidad. No se debe incorporar elementos decorativos que obstaculicen el uso práctico de los muebles o que restrinjan la movilidad de los usuarios. Es de suma importancia que los muebles cumplan su propósito principal sin comprometer su utilidad.
No descuidar la calidad de los materiales
La recomendación en este punto es no hacer uso de materiales de baja calidad que afecten la durabilidad y la estética del mobiliario. La madera auténtica y otros materiales resistentes son esenciales para mantener la autenticidad del estilo.