El índice de rotación de personal es un indicador de la solidez  del equipo del restaurante.  La conformación del equipo es una de las preocupaciones de la gestión.  El equipo integrado, involucrado y comprometido con el proyecto es un factor clave para el éxito. Y no es tarea fácil lograr que el grupo de personas que trabajan en el restaurante  realmente integren un equipo.

Cuando cada persona es una pieza importante de ese engranaje que mueve la rueda del local, todo funciona a las mil maravillas.  Pero si alguna decide abandonar el restaurante, comienzan los problemas.

¿Es inevitable la rotación de personal del restaurante?

Muchos restauradores se han resignado a que esta rotación es inevitable. Se limitan a aceptar esa alta y baja de empleados, sin intentar siquiera retenerlos. Lo atribuyen a una condición de la sociedad actual.

La era de los millennials, que tienen entre 25 y 40 años,  atenta contra los equipos. Y las generaciones posteriores siguen sus pasos.  Las investigaciones sociológicas muestran que se trata de una generación que se caracteriza por la poca permanencia en un trabajo.  No se aferran a una empresa ni a una tarea y cambian de trabajo frecuentemente. Sumar años de antigüedad en un empleo no es para ellos mérito alguno. Es una práctica que no está dentro de sus prioridades.

Los restaurantes que no atienden al índice de rotación, pierden empleados capacitados. Algunos de ellos desempeñaban funciones estratégicas y dará mucho trabajo y llevará mucho tiempo sustituir. Perder un recurso valioso es perder tiempo y dinero.  Hay que buscar al sustituto, capacitarlo, lograr que el resto del equipo lo acepte y lo integre. 

Además, un alto índice de rotación de personal atenta contra la reputación de la empresa.  Por un lado, los clientes perciben cuando hay un cambio porque algo no se hace como antes. Y un restaurante que no logra mantener estabilidad en el equipo, pierde prestigio. Las personas empiezan a imaginar defectos en la gestión, y esto no es bueno.

Personal cocina de tu restaurante

¿Cómo saber el índice de rotación del personal en el restaurante?

La precisión de los datos permitirá gestionar la rotación y abordar el problema. No alcanza con la intuición, es necesario observar datos concretos que muestren la realidad. El índice de rotación del personal expresa estos datos con objetividad.  Algunas fórmulas que ayudan: 

  • El porcentaje de rotación se obtiene dividiendo el número de renuncias y despidos entre el número total de empleados. El resultado se multiplica por cien.  Si el equipo del restaurante es numeroso, es aconsejable realizar  este cálculo mensualmente.  Para conocer el índice de rotación anual bastará multiplicar ese índice mensual por doce.   Así se obtendrá el porcentaje anual de rotación, que permitirá valorar objetivamente en qué nivel está el restaurante.
  • Otro dato interesante que se vincula al índice de rotación es el número de días perdidos por cada empleado por ausentismo. Este indicador personaliza la situación de cada miembro del equipo.  Además, considerado en conjunto, permitirá conocer los días de trabajo perdidos por el equipo como grupo.

La fórmula es sencilla. El porcentaje de ausentismo se obtiene de dividir el número de horas de ausentismo del equipo sobre el porcentaje de las hojas fijas contratadas, es decir las que deberían haber trabajado. El resultado se multiplica por cien.

Estos dos datos muestran el panorama real y objetivo del personal del restaurante. Es una buena base para planear las acciones para detener y evitar la rotación.

La tasa de retención también es un indicador que vale la pena considerar. En ella se expresa la sensación de bienestar y el grado de satisfacción del equipo. Se calcula dividiendo la cantidad actual de empleados por la cantidad de trabajadores al comienzo del período. El resultado se multiplica por 100. Esta será la tasa de retención.

¿Cómo reducir el índice de rotación del personal en el restaurante?

Consolidar un equipo requiere de estrategias y acciones planeadas y sostenidas.  Disminuir la tasa de rotación es un reto. Una investigación acerca de las razones por las que permanecen los que siempre están, es un camino para entender qué esperan los empleados de la empresa.

Presentamos algunas sugerencias interesantes para conformar un equipo sólido y permanente.

1. La incidencia del gestor en el equipo comienza en la instancia de la contratación. Al evaluar a los candidatos para ocupar un lugar en el restaurante, hay que estar muy alerta al perfil del candidato. Con sagacidad se podrá detectar si la persona es proclive a cambiar de trabajo.

También es importante valorar sus habilidades sociales, es decir, si logrará ser parte comprometida de un equipo. La motivación, sus objetivos personales, las fortalezas serán claves en el momento de la selección.

El camino es definir  el perfil esperado y encarar la instancia de selección de modo que permita conocer esos rasgos que se consideran necesarios para el trabajo.

2.  Es conveniente detectar necesidades e intereses del equipo.  El gestor tiene que conocer al grupo de personas con las que trabaja. Es buena idea realizar un diagnóstico de qué esperan los empleados de la empresa.   También hay que identificar las fortalezas y debilidades de cada persona.

Con esta información preparará un plan de permanencia. Atenderá a la capacitación necesaria y a los incentivos que puede ofrecer el restaurante. Pero todo este plan tiene que estar centrado en el diagnóstico de los empleados, de lo contrario no será efectivo.

3.    Ofrecer sueldos competitivos para evitar que los empleados cambien de trabajo porque no ganan lo que el promedio en su cargo.  Buscar un mejor sueldo es una de las razones por la que mucha gente cambia de trabajo. Por lo tanto, es un factor que debe eliminarse a tiempo.

4.  A las personas les gusta progresar y sentir que tienen nuevas oportunidades en las empresas en las que trabajan.  Generar instancias de aprendizajes nuevos enriquece a cada persona y al equipo.  Es muy importante reconocer a las personas que se comprometen con su trabajo y que sienten el restaurante como suyo.  Destacar lo que cada empleado y el equipo en general hacen bien, enfocarse en lo positivo, estimula y satisface a los empleados.

5. Se debe priorizar siempre la salud y el bienestar del equipo. El trabajo en el restaurante puede volverse muy demandante. Si el empleado requiere un día libre o manifiesta que se siente enfermo, es conveniente atenderlo y no forzarlo a trabajar. El personal debe sentirse cuidado, y, para ello es preciso organizar un sistema de trabajo saludable, con medidas de seguridad laboral.

Un índice de rotación elevado, ocasiona pérdidas en la productividad. La contratación de empleados nuevos supone costes y mucho tiempo. Es un “gasto silencioso” que, aunque existe, muchos restauradores no tienen en cuenta.  Un gasto que se puede reducir con una adecuada gestión de los recursos humanos.

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